El procedimiento de Botox para la hiperhidrosis consiste en la aplicación de toxina botulínica en áreas específicas para reducir la sudoración excesiva. La toxina bloquea temporalmente las señales nerviosas a músculos de las glándulas sudoríparas, disminuyendo la transpiración. Este tratamiento no quirúrgico ofrece alivio temporal y eficaz para la hiperhidrosis, especialmente en las axilas.